domingo, 23 de julio de 2023

DESPEDIDA

 

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"La aventura es la única
manera de robarle tiempo a la muerte".
Paul-Èmile Victor.

Despedida
Todo ha cambiado en mí,
la vida es un pájaro,
vuela, vuela alto.
¡Nube blanca
de mis amores,
cuánto has crecido!

No encuentro flores
para jugar,
no veo árboles
donde soñar.
Dulce jirafa
de los caminos:
¡ven a mí!
Lame mis lágrimas,
este destino.

En los lugares
donde cantaban
mis amigos,
arde la hierba,
sombrea el humo.

Todo ha cambiado aquí,
el viento pasa veloz
y nunca se queda.
En los timbales
de la manyatta
suena la pena,
cantos de ausencia.

Colibrí
de mil colores:
¡Ven a mí!
Mi corazón
fluye en aromas
de la niñez.
No veo cielos
donde pintar,
no encuentro
rama donde anidar.

Todo ha cambiado en mí,
la vida es un pájaro,
vuela, vuela alto...
🌱🌱🌱

Niñez...

Kwaheri (del Suajili, mi humilde aproximación).

Kila kitu kimebadilika ndani yangu
maisha ni ndege
kuruka, kuruka juu
¡wingu jeupe
wa wapenzi wangu,
ulikua kiasi gani!

Siwezi kupata maua
kucheza,
Sioni miti
wapi kuota
twiga mtamu
ya barabara:
njoo kwangu!
lamba machozi yangu,
marudio haya.

Katika maeneo
ambapo waliimba
rafiki zangu,
nyasi zinaungua,
kivuli moshi.

Kila kitu kimebadilika hapa
upepo huenda haraka
na kamwe kukaa
kwenye ngoma
ya manyatta
huzuni inasikika,
nyimbo za kutokuwepo.

Hummingbird
ya rangi elfu:
Njoo kwangu!
Moyo wangu
inapita katika harufu
tangu utotoni.
sioni mbingu
wapi kuchora,
Siwezi kupata
tawi mahali pa kuweka kiota

Kila kitu kimebadilika ndani yangu
maisha ni ndege
kuruka, kuruka juu …

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous! 

   Note: 
   Estimados lectores, amigos entrañables, os deseo un feliz tiempo.🪁🌞🎶  A los que disfrutáis del tiempo estival y a los que no. Siempre agradecida de vuestras lecturas y comentarios. ¡Insistamos en la aventura de vivir! 🤗🌱🙏🌏🌎🌍
   Hoy quise traer este poema dedicado a una anciana masai que conocí hace un tiempo. Ella dejó en mí un río de ternura que conservaré hasta el final de mis ojos. La adorable vida sencilla... Hoy no hablamos de la guerra (hay demasiadas en el mundo, unas cercanas, otras lejanas). Hablamos de las diferentes formas de afrontar el final de la vida, según el lugar de nacimiento.
   En las culturas africanas, los ancianos son cuidados por la familia y se vería muy mal, socialmente, que no fuese así. Incluso es motivo de orgullo y de respeto social.
   En la cultura masai (habitan en Kenia y Tanzania), el día de la muerte de un anciano o anciana se mata un toro, la gente lo come y se dejan sus huesos y vísceras junto al muerto, en la llanura, para que el olor atraiga a las hienas y vengan a comerse el cadáver. Sólo existen las tumbas para los ricos y laibones (hechiceros). Según su religión, que carece de normas, su dios Ngöi, es una referencia de la Creación. No tiene casi ceremoniales. El único destino en el que la tribu cree es que el hombre vive y muere en soledad. De ahí esa entereza ante el final, supongo.
   Cuando un niño, un joven o una joven mueren, se abandona el cadáver en la sabana y se entierra su nombre. Nadie vuelve a hablar de él, ni siquiera la familia, y cualquiera que en la aldea tenga su mismo nombre pasa a llamarse de otra forma. Si muere un viejo dejando hijos su nombre no se entierra sino que sus hijos lo heredarán.
   Cuando llega la fatal decrepitud, la arrogancia perdida, ese momento de hombres y mujeres fatigados y resignados a no poder continuar una vida que todavía aman y cuyo paso apenas pueden ya soportar; cuando ya el viento es el único que posee el privilegio del grito, los ancianos rumorean una canción de despedida... Cantan al perfume de la niñez perdida...
   Para los masais cada día tiene un significado que debe celebrarse y siempre hay algo que celebrar, incluso la muerte. Su filosofía de vida la expresan, sobre todo, sus refranes. “Nadie es tan inteligente como para que nunca le engañen”; “Las hazañas de un hombre importan más que su cuna”; “No hay nada tan malo que no pueda ser olvidado”; y la mejor de todas: “Un corazón caído no puede ser salvado”.
   Por eso hay que mantener siempre el corazón fuerte, aferrado a la esperanza.
   (No quería extenderme mucho, pardon 🙏). Pero hay otra cosa curiosa (que llamó mi atención mucho) de la cultura masai y es que cuando un hombre se casa, si resulta impotente o estéril la mujer puede dormir con el hombre que escoja entre los amigos de su esposo. Los hijos que ella tenga se considerarán siempre hijos del marido. ¡La vida sucede sin conflictos! 🌱😄
   ¡Os dejo un millón de sonrisas! 🌞🌻🤗 
   Y sí, ¡Gloria a Ucrania! Слава Україні!  ahora y siempre. ¡Paz!

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.