Para quererte no necesito excusas,
para sentirte no pretendo tus brazos;
porque te quiero sin amarres ni lazos,
porque te amo sin medida ni altura.
Mi amor te persigue cual de niña a la luna;
me gustaban las torres, las colinas nevadas.
Y subo hasta tu pecho, escalo hasta tu cara,
me detengo en tu boca, beso tu dulzura.
Me gusta tu fuente con su fresca frescura,
donde bebo sin prisas, donde calmo la llama.
Dejo libre el deseo, reclamo sus locuras,
y el amor se voltea y canta en las ramas,
conquista su espacio, corona su aventura:
¡y feliz se entrelaza con el viento en las alas!
❤️❤️❤️
Clarisa Tomás. © All Rights Reserved.
(Idea sobre un soneto imperfecto. Entrada reeditada en otra fecha).
¡Toda una experiencia!
Gracias, lectores. 🙏📚
Merci beaucoup à tous!
