viernes, 23 de febrero de 2018

BAILA PARA MÍ CUANDO TE ALEJES

Imagen del film "Gone With the Wind", de Victor Fleming (1939).
Vivien Leigh y Clark Gable.
Basado en la novela homónima de Margaret Mitchell.


Baila para mí cuando te alejes

Que me lleve tu danzar en el recuerdo,
tu figura bajo luces
que se alejan, que no vuelven...
Tu cadencia enlazada a mis temores...
Porque ya nunca seremos tan inmensos,
ni más libres,
ni más bellos.
Los azures van cambiando a los violetas,
absortos en corrientes que se extreman.
Y rodará una herida de su cima
y quedará atrapada en lo insensible,
pálida de besos incurables.

Discurren hoy los cielos
desgreñados,
mi corazón converge en una espina,
dolido,
mientras todo se deshace
y cae la sombra cuajada de universos
derrumbados, inhóspitos,
deformes.

Avalancha de abrazos repentinos
caerán detrás de la huella de nuestro baile...
Y de nuevo las hojas inundarán septiembre
con su rostro amarillo,
con su ébano fúnebre,
morirán encogidas
sin perfume de alientos,
sin canciones de amor...

Y tu y yo, amor sin fe,
quedaremos abiertos al dolor de los astros,
confinados al tiempo que la noche no duerme,
desnudos de amor sobre el lívido otoño.

Heridos hasta el tuétano,
sin timbal de huesos,
sin compás en los pies...
Presos para siempre del primer beso
que danzará solitario,
que acabará en el humo...

El ayer desnutrido sin amparo de lunas,
en imprecisos límites
nuestra historia sin rumbo.
La razón, la armonía,
la belleza, el anhelo,
se dolerán callados
esperando el regreso.

Morirán nuestras alas nocturnas,
no bailaremos más días...
Y el danzar tuyo y mío, en las valvas marinas
soñará con su eterno.
Tenderemos al viento las palabras no dichas,
reproches innombrables,
los susurros del alma.
La fragancia escrita en la piel del deseo
de lámparas agónicas que parpadean finales.

Y al darnos la espalda y decirnos adiós,
volveré sin querer y tocaré tu boca,
y sin querer, mis dedos,
rizarán caracolillos en tu pelo...
Te hundirás en mis ojos,
me perderé en tu silencio...
Caerá tu mirada en mi blanco vestido,
desgarrará un violín su garganta a lo lejos—,
y tú dejarás escapar un suspiro...

Y volverán las hojas en sus remolinos
a ocupar los rincones,
a llorar lo perdido.
Y el amor tuyo y mío, brevemente bailado,
se alejará sin guerras
inconcluso en su amargo.
Desterrado de ti,
desprendido de mí,
oculto del camino, ajeno a los diluvios,
lo cubrirá una piedra,
se dormirá en el frío.

🌸🌸🌸

Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

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