jueves, 2 de enero de 2020

LAS ROSAS


Olvidado te tengo, amor.
Apenas recuerdo la alegría, aquella
que fue nuestra entre las rosas...

La añoranza y las sombras
han hecho su trabajo,
ahora estoy sola, desolada
camino en el destierro.
Siento que mueren a diario
las rosas florecidas,
¡tan nuestras y tan vivas!

Ayer crucé aquel puente
donde nos despertamos...
El que anduvimos sin prisas,
el que albergaba estaciones
llenas de sonrisas como rosas...

Y aunque fuera en diciembre,
¿recuerdas? Las rosas encarnadas
florecían, las luces coloridas nos besaban...
¡Aquellas luces nuestras!
¡Aquellas rosas vivas!

Anochece en el puerto,
vuelven los barcos a su atraque.
Tu recuerdo es un velero en el viento,
se cuela entre mi alma sin secretos.

Me invade la luna llena,
el deseo de acariciar
tus manos se eleva...
¡Tantas ganas de verte!
¡Tantos besos sin fecha!

¿Está el "adiós" presente?
Dile que se espere
y que olvido lo aleje,
que el “ahora” es del alba.

Ya no sé si donde habitas
ahora me recuerdas...
Si aún me amas,
si nuestros corazones
volverán a encontrarse
entre las rosas...
Hazme una señal
con tu brillo en el agua...

Siempre tenías los ojos cubiertos de gotas...
¡Cristalino de olas! ¡Rocío de amapolas!
Rocío sobre mayo y coloridos pájaros,
tú mirada en la mía radiante de promesas
entre las bellas rosas y los soles dorados.
¡Las rosas encarnadas de la vida,
tan nuestras y tan vivas!

🌹🌹🌹

Clarisa T. © All Rights Reserved.

Poema publicado en el libro: El aliado de Amara (nov.2012).
(Libro descatalogado desde 2020, en espera de nueva edición).
Publicado en el blog en fech 02/01/2013 y editado de nuevo y publicado en 02/01/2020. Gracias.
Clarisa Tomás-Campa. © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!


lunes, 16 de diciembre de 2019

EL VERSO Y YO


Paisaje: Cárpatos de Ukraine (Україна, Ukrayina).

Imagen ©Clarisa Tomás Campa.

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"Habitaré mi nombre".
Saint-John Perse.
El verso y yo

En las márgenes del desvelo,
en la indiferencia de las estrellas...

Somos hileras de sílabas en cola
de algún Pronunciamiento, abrazos
caídos en desgracia, voces
inflamadas que buscan el Hogar.

Naufragamos ahogados en vivas soledades
como en las hojas abiertas de la noche,
la voz enmudecida del poeta
boga en la tinta de una lágrima de luz.

Ahora que tú sueñas con cisnes danubianos
y yo, con un eterno vals, vueltas y vueltas...

¿A qué playa iremos
a soltar nuestras arenas,
las cometas del alma
que se escapan del pecho?

Huidizos van los cielos desnudos
de sauces pero en tu pelo, el aire,
enreda y gime olas de purpurina...

No caigas, oh Verso, en el fútil desmayo
del poema exiliado en el cajón.
Tendremos otro ángel, otro comienzo
alzado de la ruina que ahora invade.

Y escribir lo nuestro a media voz arable
en tierras de fértiles arrullos,
como el gen primaveral que resucita
los inéditos contornos del centeno.

Aún sientes en tu espiga un relato indomable
como en las fabulosas praderas de Chornozem,
bajo la brizna tierna y apenas perceptible,
bulle con nueva vida, fuego sutil del humus.

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Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

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¡Feliz Navidad y próspero año 2020 a todos!

Queridos lectores, como cada año desde el 2013 cuando inicié este blog literario, desde esta orilla inadvertida, sintiendo el eco del mundo, os deseo Felicidad. Ojalá todos alcancéis el grado de ella necesario en vuestro vivir. Ojalá la vida os ame y seáis “unidad” con Ella por muchos años.

Un million de soleils pour vous tous!
¡Feliz Navidad y próspero año 2020 a todos!
Happiness!   Zoriontasuna!   Sonas!    Szczęście!
Félicité!          Felicidade!         felicità!   Fericire!
счастье!         Ευτυχία!               幸福          Furaha!
Щастя!           सुख                         Geluk!     lycka!
Felicitat!         Boldogság!          lykke!     Furaha!

Desde aquí  también felicito y le envío un saludo muy especial a mi estimado amigo Nino Ortea, con todo mi cariño y respeto por su persona y cuanto escribe. Por un tiempo él dejó de escribir en su blog. Te echamos de menos, amigo...Su último libro “Donde vive el recuerdohttps://www.amazon.es/Donde-vive-recuerdo-Nino-Ortea/dp/1086743520 lo tengo estos días en mi cabecera. 

Lo que más me gusta del Nino escritor es su “dulzura” realista al escribir. Las cosas del vivir cotidiano las convierte en fantasías, y en ellas, el lector puede entender que hay palabras escritas con la sonrisa, para que no se parta el corazón. Ellas sostienen las escenas de la narrativa, y hacen que la obra luzca bella, quizá imborrable. Y entonces llega esa parte del libro donde la alegría del aire se siente fresca sobre la piel... Y sé que a otros lectores, al leer sus pasajes, le invaden sensaciones especiales, igual que siento yo.

La mayoría de las personas son otras personas”, dijo Oscar Wilde, y pienso que con razón. Y ahí, en el lado propio, es donde encuentro a Nino, porque él sí es EL.
Y ahí, en el pasaje 42, que lleva por título: “No te asustes, mi niño, pero...” Las palabras cuentan lo que la narrativa de Nino no esconde...
Con el paso del tiempo he comprendido que todos somos personajes y que nuestros actos responden al dictado de un destino tan cruel como lo es un escritor con sus creaciones una vez que no sabe qué hacer con ellas. Con el tiempo he comprendido que no hay mayor acto de libertad que el de decidir cuándo morir, y que no hay mayor piedad que la de ayudar a tus seres queridos a alcanzar esa libertad”.
Gracias, compañero.Un million de soleils pour toi!


Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

martes, 19 de noviembre de 2019

SE PERDIÓ EN EL MAR

Niños cogiendo estrellas.
(Con permiso de Internet).

"Tu aroma se esparce,
siembra de corales
el lecho del mar..."
Clarisa T. 
Del libro: Entre dos tierras (2015).
(Al recuerdo de Aylan Kurdi 
y al de todos los niños muertos en el mar.)

Se perdió en el mar

Una boca pequeña,
una calle cualquiera
sin más pasos que andar.

Un pétalo del viento,
una tarde de invierno,
un pequeño latido sin hogar.

Un arrullo de besos,
ojos de algún lucero,
una vida pequeña
que ya no llorará.

Salpica una ola
sobre la orilla,
mil pececillos
quieren seguirla.

Zapatos pequeños
sin estrenar,
sobre la arena
se quedarán...

Una tierna sonrisa,
pájaros de nieve
que sueñan con volar.

La última esperanza,
la tierna inocencia
cubierta de sal.

Un corazón pequeño,
una cuna de besos,
el tiempo de soñar...

Se perdió en el mar,
unas manos pequeñas
que ya no se alzarán.

Un pétalo del viento,
una tarde de invierno,
un cuento sin narrar.

⭐⭐⭐

Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

Queridos lectores:
Según las estadísticas, 1.000 niños mueren cada día por falta de agua (Unicef); 85.000 niños han muerto de hambre en Yemen en los últimos cuatro años (2014-2018. La vanguardia); 640 niños se han ahogado en el Mediterráneo desde la muerte de Aylan Kurdi en 2014 (niño sirio refugiado), según  Save the Children. Hay millones de muertes de niños evitables en todo el mundo.  ¿Por qué se permite?
Un hecho tan escalofriante, creo, merece un recuerdo, una canción. Un poema...
También acuerdos entre países para proteger la infancia. Acuerdos de Gobiernos que lideren  un cambio en las políticas migratorias que permita a los niños y niñas buscar protección en Europa a través de vías legales. Se debe evitar que los niños sigan poniendo sus vidas en riesgo en el mar o en manos de mafias. Los niños merecen vivir. ¡Todos!

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!


Les Choristes - "Vois sur ton chemin".

miércoles, 7 de agosto de 2019

CUANDO FUIMOS OJOS DE LLUVIA

Libro: "Cuando fuimos ojos de lluvia".
Autor: Clarisa Tomás campa (Julio 2019).
Novedad literaria.


Je crois en moi.
Je crois en mes mains, en ma lettre universelle.
Clarisa T.
   Estimados lectores: Leemos la vida...

   Mi editor acaba de darme la buena noticia  de que mi último libro ya está publicado y libre para su difusión. Me siento feliz de compartir este nuevo eco con todos vosotros. De momento sólo está disponible en alguna plataforma, más adelante se podrá comprar y difundir en otras. ¡Qué cosas! Y yo, lejos... En algún lugar donde una vez fuimos nómadas...

   "Cuando fuimos ojos de lluvia" recopila algunos poemas, cuentos y relatos inéditos, y otros que ya había publicado en este blog. Habla de encuentros con el dolor y también de encuentros con la alegría. En él también se deja escribir la esperanza... Y solo pretende ser una pequeña ventana por donde mirar lo que mueve el viento, lo que hace soñar a las hojas. Quizá un paisaje olvidado, o un cuento que alguien nos recordó en una noche de insomnio. Un oleaje de arboledas bajo la fina lluvia, y que a pesar de todos los relámpagos, siempre viene cargada de amor. ¡Oh Nebulosa!

   En principio iba a ser un proyecto de autopublicación con la editorial de un estimado escritor y compañero de escrituras, por motivos diferentes no pudo ser en esta ocasión; pero habrá otro momento más favorable para publicar con esta fórmula, seguro. Y en verdad le debo mucho a Nino Ortea. Él es un escritor espléndido en todo el sentido de la palabra. Yo también creo en ti, compañero. Merci pour tout!
   En breve pondré el resto de los enlaces donde se podrá adquirir Cuando fuimos ojos de lluvia, tanto en digital como en papel.
   La edición en formato papel es "a demanda", con lo cual si alguien está interesado sólo tiene que pedirlo en su librería habitual y podrá tenerlo en pocos días. 
   Gracias a todos. Siempre animada por vuestro apoyo lector, sigo escribiendo. "¿Seré lectura mañana también yo?". Que decía Unamuno. Ohlalá!🌞📚


Cuando fuimos ojos de lluvia puedes encontrarlo en: 
Amazon libros

El Corte Inglés / Libros

Casa del Libro

Libros. cc

Agapea/Libros

Libros en Google Play

Mención en:
Ven y enloquece

Extractos del libro: "Cuando fuimos ojos de lluvia" de Clarisa Tomás Campa.


"Primero fue la pasión
de amar por encima
de todo lo aprendido.
Después llegó el dolor
para fortalecer
la piel de las semillas".
Del poema "Creación sostenible". 


"Sobre la joven tierra sedosa
dos almas descubrimos
de amor no recorrido,
de amor primaveral
en las ardientes rosas..."

Del poema: "Cuando fuimos ojos de lluvia".


"Yo tenia una casita de porches abiertos,
con guirnaldas de campanillas y pensamientos
que trepaban alegres por su encalado,
allá por el camino que baja a la bahía..."

Del relato-poema: Estación desmemoria".

🌱🌱🌱

Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏📚
Merci beaucoup à tous!

jueves, 6 de junio de 2019

SOLO EL VIENTO Y LA OLA

Les Quatre Cents Coups (Les 400 coups). Los cuatrocientos golpes.
Es un film de 1959, ópera prima del director francés François Truffaut.
Drama. Nouvelle vague. Película de culto. Adolescencia. Enseñanza.
Una batalla cautivadora entre la nostalgia
 y la anarquía, según Eric Henderson: Slant. 


Ven, ven, huyamos quietos como el amor”...
Vicente Aleixandre.


Solo el viento y la ola


Solo el viento y la ola
que empujados ascienden
en las bocas saladas,
en espacios dolientes,
saben qué es la fatiga
cuando el agua se agolpa
asfixiando presentes,
fulminando las horas
entre arenas molidas,
sobre espaldas de rocas.


Solo el viento y la ola
agitados de aceros,
empapados de orillas
saben de almas fugaces
que jamás fueron tierra.
De las almas que buscan
ciegamente una aurora,
un destino sin aire
donde el viento y la ola,
no derramen su sangre.
💧💧💧

Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.


Antoine Doinel (Jean - Pierre Léaud) en "Les 400 coups".

Fuente:https://es.wikipedia.org/wiki/Los_400_golpes



Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

Reconozco que el cine siempre ha sido para mí una fuente de inspiración. Admirada por su belleza, desde esta orilla, dejo unos garabatos.  
Poésie vivante en mouvement!

domingo, 28 de abril de 2019

DE AMOR Y OTRAS RAÍCES


"El árbol del amor" de la artista Liliana Schlesinger.


"La superficie de la mar se ilumina
de color rosado. Sobre ella, el cielo se decolora".
Margarite Duras. 

De Amor y otras raíces

Primero fue Amor, estallido
de luz en nadas prematuras,
después llegaron los contornos.

Diviso amor, sobrecogida,
al ver su gen motivo desgranado
en el tránsito del mundo.

Amor de hoja pequeña, amor de flores
grandes, amores incontables,
perennes, inseguros,
etéreos átomos sobre las rosas
precursoras
y el ulular del peso de los siglos,
en los cálices.

Sostenido en la boca enmudece
en los dientes de un tiempo sin manecillas
y vuelve al combate, resucita
en la belleza pálida
de los ojos de los caminos,
exultante de idilios,
mezclado de vivencias, su destino,
en el juego de azares,
entre axiomas de aire.

Veo amor nacido y luego evaporado
sobre suelos terráqueos besa
almas, historias entregadas al mirar
desde el cubil de Lejos.

Amores desprendidos
de montañas que fueron
rocas vírgenes en el fondo del mar,
granos de estrellas dolidos
de espacios, liberados de fuegos,
de quimeras,
en ríos abiertos que no cesan
de caminar.

🌱🌱🌱

Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.


Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!


viernes, 29 de marzo de 2019

UN PIZARRO EN PRAGA



Un Pizarro en Praga


    Detrás de la puerta un pequeño de siete años miraba por el agujero de la cerradura. Se oían pasos agitados, gente corriendo sobre las puntiagudas piedras recién lloradas.
  Un golpe fuerte aporreó la madera. El niño se asustó y apartó su cara. Desde afuera, una voz cruel llamó: «¡Manuel Pizarro!»
  El padre, con los ojos temblorosos, miró al niño y le dijo en voz baja: «Escóndete en el pajar detrás de los burros. ¡Corre!»
  Se abrió la puerta. Se oyó un golpe seco y un: «¡atad al rojo y ponedle la venda bien fuerte en los ojos! ¿Creías que ibas a escaparte? !Tira!»
  El ruido fue alejándose y la calle silenció sus piedras. El niño salió del escondite, corrió hacia la calle hambriento de respuestas. En medio de la calle quedó solo. No había nadie en las ventanas, nadie a quién preguntar. Todas las puertas cerradas.
  Pasaron noches invernales y noches de soledades pálidas sobre la calle sin voz. Pasó el tiempo ojeroso arañando el dolor vivo sobre su piel. El niño cumplió diecinueve años. Dejó de mirar a las piedras asustadas de la calle y dejó de esperar a su padre. Dejó de llorar. Miró sus pies desnudos que ya se hallaban en un camino extranjero...

   Después de doce años trabajando por un trozo de pan para el señor alcalde y dueño de casi todos los olivares del pueblo, decidió cerrar la puerta de su casa huérfana, para siempre. Le dio las gracias al delator por haberle dejado ir al colegio algunas veces, por haberle regalado las ropas usadas de uno de sus hijos durante aquellos años de servidumbre. Pero aquel joven sabía con certeza, que el viejo alcalde jamás redimiría la culpa de aquella noche delatora. Su venganza sería irse lejos y no volver nunca a la patria sin memoria. Una patria que no había tenido interés en contarle las verdades que ocurrieron en las calles empedradas. Aquel año de 1948 se reabrieron las fronteras franco-españolas. Esta noticia fue de vital importancia para muchos jóvenes que quedaron huérfanos por la guerra como mi abuelo Román Pizarro.

  Por último se acercó a despedirse del río Tajo y dijo adiós para siempre al puente de Alcántara. Puente emblemático, aún manchado de sangre en las comisuras de sus piedras, donde en el 36 los fusiladores se jactaban del certero tiro en las cabezas. Desde allí tiraron a su padre y a muchos otros desaparecidos. Pero todo había quedado oculto y mudo, difuminado entre aromas de romero y jara bajo el sueño de Caesarina...

  Muchos años después, mi abuelo, nos contaba historias de la guerra de España, de la noche que se llevaron a su padre para siempre, de las calles de piedras de su niñez, mientras paseábamos por la plaza de la vieja ciudad de Praga. Mi abuelo nos decía con tristeza que, aquella guerra civil nunca se aprendió en las escuelas, y sin embargo, sentía un gran cariño por su tierra natal, estaba muy orgulloso de su origen español y de su apellido “Pizarro”. 
  Él siempre llevaba en las manos un pequeño libro de poemas del poeta Vladimir Holan. Le recitaba a las palomas con mimo, como si quisiera que sus palabras volaran por encima de los tejados y bajaran a beber en el río... Dolor y pena, recuerdos y añoranzas... ¿Quisieras ser de nuevo joven, vivirlo todo de nuevo?". Quizá porque se acordaba de otro río y de otra tierra de pizarras...

  Una tarde de mayo, la mirada de mi abuelo se fue con el río Moldava. Sus últimas palabras fueron: “uno es de donde ha aprendido a vivir”, recordando a su compatriota Max. Las palomas revoloteaban a su alrededor alborotadas, o quizá le recitaban ¿quién sabe? La fina y suave lluvia resbalaba en su cara, brillaba en las piedras del viejo puente...

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Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

(Esta es una historia de España que mi abuelo me contó. La historia está ficcionada para preservar el anonimato).