(Imagen propia). ©All Rights Reserved
Cae la nieve, cae
tu sonrisa en los cristales
hacia la lluvia de luceros blancos,
así, como un verso desgarrado...
Clarisa T.
Nuestro ángel
En los campos arables
muerde el hierro.
Entre la kalina se estremece
la sangre...
Hubo un tiempo servil para los
pasos,
los senderos se hacen a lengüetazos
y rozadura —
nos dijeron —,
pero nosotros tenemos ese ángel
que nos hace sentir que el cielo
alumbra.
Nos prometimos amor hasta la
arcilla,
y más arriba, sobre las latitudes,
prometimos volver a las raíces.
Nunca olvides quién eres, lo que
eres;
ni abandones la luz de aquella risa
en las doradas praderas українська,
sé que no eres el mismo: ya eres
otro.
Volaron tu inocencia y tus
recuerdos
igual que aquellas grullas
celestiales...
Hubo un tiempo implacable,
doloroso,
con sus ciclos de imanes
puntiagudos,
el deseo de vivir se arrinconaba
junto al brezo,
una y mil veces
revivió su corteza con asombro.
Pero nosotros tenemos ese ángel
que nos trenza el cabello y la
mirada,
ese pájaro que canta en las
alturas
y consigue que todo
resplandezca.
Te contemplo
mientras duermes
bajo un techo de luna
cabizbaja,
eres trébol que gime con su
tierra,
la de antes, la de ahora,
la de siempre en la garganta.
Quizás todo sucumba, incluso el
miedo.
Tal vez desaparezcan los alegres
petirrojos
sobre el arrozal improvisado,
pero nosotros tenemos ese ángel...
No me ocultes tu rostro
cuando lloras...
¿No ves que provocas diluvios
y el Dnieper se desborda entristecido?
¡No derroches tus
lágrimas!
Más allá donde el germen
comienza su renuevo,
los pequeños soles futuribles
ya vienen con señales deslumbrando...
Mírame con los ríos
caudalosos que te invaden,
con los mares de nieve de tu
infancia,
brillará de nuevo el vientre de la
vida
con su dulce sonrisa y sus girasoles.
Aunque todo oscurezca y gima el
sauce;
aunque la fragilidad inunde nuestras
horas,
no me ocultes tu rostro, ¡no te
venzas!
Aún con esa cruz infinita
que te hiere
cuando el cielo se cubre de mártires...
No me ocultes tu rostro cuando tiemblas,
porque aún sin tierra
donde dormir canciones,
porque aún sin pronóstico de
vuelta,
hay un ángel que levanta nuestros
hombros
y sostiene con su luz nuestras promesas.
🌻🌻🌻
Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.
Gracias, lectores. 🙏📚
Merci beaucoup à tous!
!A todos, abrazo grande, grande!
A pesar de todo, la dulzura
se derrama en cada hoja,
en cada momento helado..., la luz asoma...
No perdamos la ternura,
ni esa imagen de nosotros, mundos solos,
uniendo trozos de vida,
como humanos esperanzados
que aún no han terminado de caminar...
🌞🤗🍀🪁🌎🌱📚🌍🎵🌏🌻💚🌱
HAYA PAZ! ¡Gloria a Ucrania! Слава Україні!
HAYA PAZ EN GAZA-ISRAEL-MUNDO