miércoles, 16 de diciembre de 2020

NOCHEBUENA

Alrededor del Colegio (Kenya). Recogiendo hierbas... ¡Alegría!

"Si je change, tout change"

Nochebuena

Sobre las blancas colinas

el viento ruge como un soldado

en el dolor de su último combate.

Es un rugir puntiagudo

que llega suavemente

en la noche de cándidas estrellas.


Todas las puertas permanecen cerradas,

todas las ventanas con sus candados.

Todas las bocas celebran la intensa

cosecha de los mundos torcidos.

Rutilantes campanillas,

campanean... ¡Din, don!


En un cesto, junto al fuego abrasador,

las babilonias disfrutan los festines

desprovistos de todo amor,

mientras la intemperie congela

miles de peladuras de naranjas

y un sin fin de sufridas astillas.


Pero en mi corazón,

el ave de hoja blanca emprende

un vuelo acostumbrado a soñar.

¿A dónde irá en la noche chispeante

de inciensos, sola con su trueno?


Dicen que hay silencios tan hondos

que no quieren salir de su rincón,

por temor a dejar de velar

el gemido del viento en las llanuras.

Que hay aves que nunca guardan

alientos para la vuelta,

porque saben que el regreso

es un valle de espeso olvido.

Que hay ojos que jamás se abren

por miedo a despertar en lugares sin risas.

Que hay flores que no asoman

por espanto a ser bocado de alguna maldad.


Quizás el Corazón universal

es tan sólo un aprendiz de astro,

abrumado por la distancia etérea

entre su ojo derecho y su ojo izquierdo.


Un minúsculo grito

que duele sólo en el Alma.

Un tierno tallo que se rompe, sobrecogido,

por todas las canciones desprendidas de la noche.

Y en su centro original,

él celebra sin bullicio,

junto a todos los nacimientos

que caben en sus ojos,

el amanecer de la soledad del perro,

de la inocencia en abandono,

de la tristeza del cordero en la mesa de Navidad...


Mi corazón, acostumbrado al eco

de la fiesta mundana,

no suena en esta noche divisoria y fugaz.

Quiere temblar en hojas de algún tesoro intacto

pero se desfigura como Luna en el caldero.

Abraza una esperanza escapada, quizás,

de aquella huella que un niño acuna.

Alcanza una planicie con diminutas cruces

hollada de palabras que quieren nacer,

y encuentra lo buscado, ¡allí, allí!

Donde duerme el lucero que dejó de brillar...

🌹🌹🌹

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

Queridos lectores, amigos:
con este poema inventado para la ocasión os deseo una ¡Feliz Navidad! a todos.
También está dedicado a los niños, animales, humanos entrañables y árboles que ya no veré... Y a todos los luceros que dejaron de brillar. Gracias por vuestra luz.
A todos os deseo un 2021 mejor que el 2020, el cual quedará en la memoria de todos los mundanos como uno de los peores y más tristes, al menos de este siglo. 
Que viváis como la luz vive en la estrella, a fuerza de impulso, de insistencia. Y que no derraméis ni una lágrima que no sea elegida, que la armonía sea el paso de cada día vuestro. Y amor, ¡mucho amor! Con él la mesa siempre está llena. 🌹🙋‍♀️🤗🌞😷
Joyeux Noël    god Jul   boldog Karácsonyt   С Рождеством  Krismasi Njema
Merry Christmas            щасливого Різдва        聖誕節快樂      Feliz Natal
Fröhliche Weihnachten        καλά Χριστούγεννα     Nollaig Shona


Canción de navidad original del compositor ucraniano Mykola Leontovych y popularizada en todo el mundo. 🤗🌞🎶

lunes, 30 de noviembre de 2020

VIERNES DE ANIVERSARIO


Belleza ucraniana

Viernes de aniversario

Hoy puedo hablarte

de la duda y de la herida, de mis años sin ti

en busca de hogar.

De las bocas de los peces

cuando vienen a nadar en el desvelo.

Del diálogo ingenuo que inicie con tu aroma,

cuando yo era una pregunta

y la tierra un gran trébol de hojas de arena.

Te puedo contar las mil y una historias

de los muertos de amores allá en sus nevadas,

sus calvas siluetas al vaivén del destierro.


De todo lo que le oculté a la perla del iris

para no hacer brotar en la piedra una llama.

De todo lo que barrí en mi triste tejado,

bajo miedos colmillos y aves despiertas.


Quizás tú no sepas que ya entonces te amaba,

cuando mi voz era apenas un lirio

y el agua un jilguero de valle en valle.

¿Te he dicho que te amo?


A veces olvido

que tú eres mi silencio entreabierto,

la aurora que nace en mis hombros

sólo con pensar en tu sonrisa.

¿Te he dicho que te espero

en el mismo lugar donde nacimos?


En la calle, el viejo Anatoli toca su balada

de mundos caídos, las pequeñas

luces de los adoquines

se arremolinan alrededor de sus dedos,

igual que el arrullo del Dniéper

en las faldas, en las piernas.

Pero mis ojos te buscan en los que vuelven

después de un día de remos.

¿Te he dicho cuánto te amo?

A veces se me olvida que vives en mis labios...


El té se enfría en la taza, ¡acaba el viernes nuestro!,

mi corazón se cala, la araña teje y teje.

Releo tu mensaje:“¡Voy!”. ¿No te quedan palabras?

Tomo un sorbo de aire —baja al fondo de mí—,

sabe a ciudad sin muros, a puerta que se abre...

Dorada primavera de corona floral, ¡el tiempo era un ingenuo!

¡La hierba estaba espléndida ese día de amor!

¿Te he dicho que te amo?


Cenizas de acuarelas

bañan el musgo frío, un bosque se evapora,

duerme el fuego del mundo.

Sobre el viejo acordeón un canto puebla, sueña...

Tu maleta se acerca, da saltos,

se adelanta tu acento en su ternura,

ilumina la escalera como un pájaro de luz.

De blancos castaños, en Kyiv el cielo es alto,

la nube que era espera se diluye,

ya desnuda, ya sin ruido.

🌹🌹🌹

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

Avec tout mon amour pour mes amis lecteurs. Avec amour. Toujours l'amour. Merci!🌹😘📚

З усією любов’ю до своїх друзів-читачів. З любов'ю. Завжди люблю. Дякую! 🌹

Panorámica de Kiev (Ucrania)

Palacio de la Ópera en Kiev (Ucrania)
Memorial en Kiev. El Holodomor (en ucraniano: Голодомор)
Significa "genocidio por hambre"
Cúpulas doradas, palacios medievales

Niña ucraniana con Corona floral y traje típico

lunes, 16 de noviembre de 2020

EL DIOS DEL MÁSTIL

 

Montaña de perros de Elena Barón (2013). (Admirable artista. Gracias)

https://www.singulart.com/fr

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.


El dios del mástil

Abro la puerta,

   dejo entrar un mañana

      muerto de miedo.

Al ayer lo despido sin lágrimas.

   No quedan mares que despedir,

      me acurruco en la sombra de la ola.


No hay memoria en las calles,

   las casas sin tejados enseñan

      sus desnudos interiores,

         ni una silla, ni una mesa,

ni una luz encendida;

   la sopa está sin plato, las sábanas

      por el suelo se desploman.

Hoy el sol se ha tapado la cara

   y creo que de vergüenza.


Algunos caminantes, desorientados,

   cruzan el puente donde termina la ciudad.

Desde mi ventana de verde ojera

   los veo desaparecer en el escalofrío.

Allá, junto al mástil blanco de la montaña,

   un perro duerme a los pies de dios.


Son dos iguales 

   dándose calor y abrazos tiernos.

Dos amigos que comparten

   un plato de sopa y se cuentan desdichas.


Dios le cuenta a Perro sus arenas

   de millones de fuegos y astillas.

Los mares que tuvo que andar

   para salvar su último barco.

Perro, dulcemente, con su lengua inmaculada

   le lame los hilillos de sangre

      que resbalan de una espina de su pelo.


Los veo cómo se abrazan,

   mi solo corazón vuelve a navegar

      entre los peces victoriosos.


Salta una chispa alegre

   entre mis dientes y mis huesos,

      es un colibrí recién nacido,

         mientras suena el silbido de la ardiente tetera.


En mis paredes, los ojos de Vida se entreabren...

   Pestañean de nuevo, como si tuvieran

      su vital impulso primario por diadema.


Me alegro de ver lo que veo

   en mi mar de ausencias infinitas,

      tan culpables, tan anchas, tan viejas.

La montaña despliega su vela en las alturas,

   un soplo de eternidad emerge

      sobre las cabezas grises.

Junto al escaso aire que me sostiene,

   un cachorro velero revolotea y quiere andar.


¡Qué bien! le digo al ojo del rincón

   donde duerme la noche y la tormenta—:

      ¡Dios no está solo! ¡No estará solo!

🌟🌟🌟

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

Queridos amigos, lectores:

Seguimos en pausa forzosa, pero es un tiempo valioso para mirarse, para alegrarse, para reconocerse. Yo, me miro en las palabras escritas, me alegro de reconocer su belleza, me reconozco en ellas como en el pecho de la madre; como en los ojos del padre. Quizá es lo más valioso para mí en este tiempo, porque creo que hay que detenerse a veces para no perderse los detalles de la Vida. 

Y puede que yo, como escribía Aleixandre: "Escribo acaso para los que no me leen". Pero esto de escribir me da felicidad. Con todo mi cariño. ✍📚🌹😷🤗🙋‍♀️Bonheur et santé à tous! Merci à mes amis lecteurs!

sábado, 31 de octubre de 2020

SECRETOS DEL JARDÍN

 

"Y el día dura tanto como un siglo

y no se acaba el abrazo"

Borís Pasternak

Secretos del jardín


Rosa de la vida,

tiempo niño del río,

pies sin retorno

poco a poco a la muerte...


Llora un niño

mordido por todos lados,

le tapan la boca.

Destrozado su espejo,

lo tiran al borde.

¡Mudo ángel, despierta!

Abre los brazos

la extensa Galaxia:

enciende un buen fuego

en la gran bola nieve.


El grito de la rosa

rompe la espada del cielo,

ya no llora el niño mordido.

Sin despegar los labios

el silencio se entretiene con un lirio,

pero el pájaro carpintero

sigue en el mismo lugar.


Sueña la montaña

con quitarse las sombras

hasta la última sílaba perdurable.

Las nubes han caído

en los viejos acantilados,

el grito de la rosa levanta la cabeza:

¡es inútil nadar en el barro!


Al poniente, los girasoles

de Van Gogh giran plenos,

son sauces misteriosos

sin ruido ni espuma.

Fugitivos barcos

por anchos desiertos,

reman sus hombros

de mar y ventura.

¿A dónde van las aves

con sus alas rotas?

A dónde, cuando el aguacero

enriza el invernal...


De pronto una estrella

danza distraída

sobre los huesos del mundo.

Millones de luciérnagas

se alejan en la cellisca.

¿A dónde va la vida

que no fue palabra

en las llanuras del eco?

¿El canto de la rosa

que nació del grito?


La Madre de las rosas,

quietamente sentada,

mira crecer la hierba,

la confusión sin voces...

Multitud de caminos

sonríen compasivos a las hojas

caídas del otoñal.

Donde lo sin nombre

versa con la corteza,

ulula sin hogar

un verso prodigioso.


El renacer siempre surge

después de ser destruida

la espalda de la miseria.


Pero la flor caída

no volverá al temblor

de la tierna rama...

Sólo el grito de la rosa

sin límites fulgura

profundo y claro.

Ciervo brillante de lunas,

épico y veloz

agita las montañas.

🌹🌹🌹

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

Queridos lectores, reconozco que me siento algo triste, no solo por esta pandemia que amenaza cualquier alegría. Y es que por un lado está el azote de cosas ajenas a la mano del hombre, y por otra, el azote contra todo lo vivo por la propia mano del hombre. Si leemos cualquier noticiario de cualquier parte del mundo, el azote humano aún causa más dolor, muerte y desgracia que ningún virus. Los llamados "humanos" ejercen la violencia continuamente contra animales, otros humanos, naturaleza... En todas partes están sus marcas y siempre es matar y matar. Reconozco que me agota tanta desgracia y sobre todo, tanta injusticia mundana. No sé si todo está perdido. Me duele el llanto de los niños, de los animales, de las flores... Me refugio en la Poesía. En las ingenuas palabras que ya sabemos que no salvarán el mundo. ✍
Quizá estoy pasando por una "fase" o ¿no? No lo sé. Pero siento que algo de todo este mal que vivimos lo tenemos merecido. Ya creo que es el tiempo de no mirar atrás... 📚
"Es el odio el que llena las cuevas
el que araña las entrañas de la tierra
y ella, ¿qué podrá hacer ella?...
Y tú, ya sabes que eres solo". 

Del libro Entre dos tierras (2015) Clarisa Tomás Campa.
Y quizá ya todo esté escrito....

Je vous laisse mon amour et mes remerciements infinis pour la lecture sur ce rivage, toujours littéraire, toujours ami.
Que le soleil brille toujours tous les jours pour vous tous. 
🌞🐾📚🌹🎶😷🌱🤗🙋‍♀️🙏

sábado, 26 de septiembre de 2020

L'AMOUR EST COMME ÇA

 

"Yo estaré junto a ti

más allá de este ocaso,

aspiremos, amor, por las bocas de la hierba,

volvamos a ser ternura en praderas".

Clarisa Tomás. (Del poema: Jirafas amarillas).

L'amour est comme ça

Un sueño es el amor y a veces pesadilla,

algodón de azúcar en días perfumados,

un tiempo aventurado en tierra sin costumbre.


Un torrencial de remos,

mago cielo,

salvavidas en la costa del engaño,

un barco

con bandera atronadora.


Amantes brazos

después de algún naufragio.

Pupilas

donde olvidar lo amargo,

almohada para dos en noches árticas.


Amor reinventado:

¿vendrás a mi tierra de hendiduras?


Es un vientre

salvaje en época de lluvias,

una estrella

exultante de escándalos dorados,

roca de blanca espuma,

combate a boca llena,

labios, lunas...


El Amor

vino a mí al cumplir diecisiete,

construyó

una casa de alas soleadas

y gorriones.

Lo mejor de mi vida

fue vivir sus mañanas,

las tostadas quemadas

en la miel de su cauce,

su garganta de flores junto al mar...


Se fue sin adiós el amor de mi vida,

el día y la hora

los dormí entre mis versos,

su pelo ondulaba salvaje

en las olas,

belleza inolvidable en el ocaso.


Amor hendido de reclamo y primavera,

no pierdas el camino,

no busques el rostro de los dioses.


El Amor es una rosa

que el tiempo oscurece

si la olvidas,

me refugio en la gloria de su encuentro

y, sobrevivo en tiempo duro,

a duras penas.


Su recuerdo es un baño

de sándalos que pasan en sus ráfagas,

semillas que se agitan como trigos.


El amor es un soplo

que llega por la orilla y luego prende,

en mi sangre lo siento

como un gen luchador que no se rinde.

Cuando canta

parece un colorín en la alta copa

y yo, sonrío.


Cuando llora

inunda mis violetas, mis razones,

y creo oír su voz

como un aullido

y yo, partida en mil cristales sola y rota,

deambulo en las paredes del suspiro...


El amor es un solo

que busca compañía en pecho abierto.

Un loco

que florece en interiores,

un astro

que asoma de la noche

y despierta ilusión en las raíces.


No miro atrás y escribo

en el libre capricho de las hojas,

la promesa que le hice

de no dejar morir mi corazón,

hasta que se borre

la última flor de mi vestido

y yo, me digo:

¿Es el amor canción?

¿O es castigo?

🌹🌹🌹
Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!