De mis días caminando por la tierra,
mis ojos guardan fragancias,
luces y heridas,
mi larga trenza de esperanzas...
Clarisa T.
La exquisitez de Shima
En el camino, lejos de frescura amable
te vi, la frente en alturas y sobre tus hombros,
el sol derretía flores de arena y miel.
¿Alguien te ha visto después de aquel día?
Detrás de algún ocaso vivirás escondida,
tu voz se alimenta de un rumor estrellado.
te vi, la frente en alturas y sobre tus hombros,
el sol derretía flores de arena y miel.
¿Alguien te ha visto después de aquel día?
Detrás de algún ocaso vivirás escondida,
tu voz se alimenta de un rumor estrellado.
Es tan necesario retenerte
en el dobladillo de mi falda,
mujer exultante de belleza
con tu
blusa tierna inflamada,
¡pluma sobre el Kenya!
Derretida va tu blancura
en los ríos de huesos abundantes.
Es tan doloroso saber que tus
ojos
van por dentro, ahí donde lo irracional
te corta en pedacitos huérfanos,
y luego te ofrece algunas sobras
de caridad...
Es tan necesario comprender que
sabes
modelarte por ti misma, ¡fina harina!
Que te construyes tu propia
piel a mano,
costura a costura, con tu vieja piedra de moler.
En tan ingenuo rescatarte a
diario de todos los exilios,
de todas las cadenas que te abrasan.
¡Ya es tarde para el regreso al vientre, bien lo sabes!
Es tan necesario escribir sobre
tus pasos
imperceptibles sobre la hiel terráquea,
rutilante seno, prodigiosa calma
que amamantas soledades sin
heredad.
Es tan primordial escuchar tu canción
de amorosa lluvia dulce como el
pan,
para urgir esa fragilidad que sólo los ingenuos beben.
Aunque todo acabe abandonado
en el cesto pobre, ¡siempre pobre!,
delante de una puerta cualquiera.
Y eres la raíz y eres el tallo
de los futuros
que aún están por llegar
con
su intenso rostro planetario,
brillante y tenaz, como tú, perdurable
creadora que jamás dejas de crear.
✍Dedicado a una mujer y madre keniata llamada Shima. ( En Kenia).
🌱🌱🌱
Esperando la Paz
Soy muy vieja, alguna vez fui joven y creo que niña,
el hambre de paz no me deja ver más allá
de las ojeras del día.
Recuerdo que tenía una madre y un perro,
recuerdo que el perro era flaco y alegre,
recuerdo que la madre era hermosa y triste.
Pero una vez anduve por lugares lejanos
y vi ciudades de gigantescas cúpulas,
ciudades llenas de música y zapatos.
Tengo en mi corazón una gran fortuna,
la guardo para cuando Luna baje a buscarme
porque sé que ella vendrá con su blanco traje.
Y allí en la oda risueña del viejo sendero,
por encima de las ciudades calvas y de todos sus muertos
cantaré con el perro, la madre y la niña,
esa canción que fui y que ya no recuerdo.
🌻🌻🌻
✍Dedicado a una mujer y abuela ucraniana llamada Miroslava. (En Ucrania 🇺🇦).
Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.
Note: Gracias, amigos lectores. Gracias por venir y hacerme sentir como en "casa".
En esta tierra de pánico recordamos los peligros que hemos vivido, mares de soledad, lo solos que estamos a veces... Pero lo importante es lograr que nuestro corazón brille en una hoja de la historia. Suerte, queridos lectores, que halléis felicidad allí donde os encontréis.
Y hacemos lo que podemos o sabemos, no más allá... En una clase de pintura, hace unos años, frustrada porque no me salía bien el dibujo (arruiné en un segundo todas mis expectativas pictóricas futuras). Recuerdo que el profesor me dijo algo que jamás he olvidado: "Nadie tiene que elogiar el color bien pintado. Lo importante es dejar su pura fragancia en el mundo".
Queridos amigos y qué difícil es ser algunos días el simple esbozo de un color... Abrazos! 🤗🌻🙏📚🙋♀️