miércoles, 18 de marzo de 2020

POETA EN NUEVA YORK



Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.
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VUELTA A LA CIUDAD
New York
OFICINA Y DENUNCIA

Debajo de las multiplicaciones
hay una gota de sangre de pato;
debajo de las divisiones
hay una gota de sangre de marinero;
debajo de las sumas, un río de sangre tierna.
Un río que viene cantando
por los dormitorios de los arrabales,
y es plata, cemento o brisa
en el alba mentida de New York.
Existen las montañas. Lo sé.
Y los anteojos para la sabiduría.
Lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo.
Yo he venido para ver la turbia sangre.
La sangre que lleva a las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de la cobra.
Todos los días se matan en New York
cuatro millones de patos,
cinco millones de cerdos,
dos mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un millón de vacas,
un millón de corderos,
y dos millones de gallos,
que dejan los cielos hechos añicos.
Más vale sollozar afilando la navaja
o asesinar a los perros
en las alucinantes cacerías,
que resistir en la madrugada
los interminables trenes de leche,
los interminables trenes de sangre
y los trenes de rosas maniatadas
por los comerciantes de perfumes.
Los patos y las palomas,
y los cerdos y los corderos
ponen sus gotas de sangre
debajo de las multiplicaciones,
y los terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan de dolor el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.
Yo denuncio a toda la gente
que ignora la otra mitad,
la mitad irredimible
que levanta sus montes de cemento
donde laten los corazones
de los animalitos que se olvidan
y donde caeremos todos
en la última fiesta de los taladros.
Os escupo a la cara.
La otra mitad me escucha
devorando, orinando, volando en su pureza,
como los niños de las porterías
que llevan frágiles palitos
a los huecos donde se oxidan
las antenas de los insectos.
No es el infierno, es la calle.
No es la muerte, es la tienda de frutas.
Hay un mundo de ríos quebrados
y distancias inasibles
en la patita de ese gato
quebrada por el automóvil,
y yo oigo el canto de la lombriz
en el corazón de muchas niñas.
Óxido, fermento, tierra estremecida.
Tierra tú mismo que nadas
por los números de la oficina.
¿Qué voy a hacer? ¿Ordenar los paisajes?
¿Ordenar los amores que luego son fotografías,
que luego son pedazos de madera
y bocanadas de sangre?
San Ignacio de Loyola
asesinó a un pequeño conejo
y todavía sus labios gimen
por las torres de las iglesias.
No, no, no, no; yo denuncio.
Yo denuncio la conjura
de estas desiertas oficinas
que no radian las agonías,
que borran los programas de la selva,
y me ofrezco a ser comido
por las vacas estrujadas
cuando sus gritos llenan el valle
donde el Hudson se emborracha con aceite.

Del libro: Poeta en New York (Lorca)

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Federico García Lorca (Poeta del 27) nació en Fuentevaqueros, el 5 de junio de 1898, hijo de una acaudalada familia. Estudió Derecho y Filosofía y Letras.
En 1909 conoce a Fernando de los Ríos, uno de los más ilustres dirigentes del socialismo español. En 1917 realiza un viaje por Andalucía y las dos Castillas. En estos años conoce y hace amistad con Antonio Machado, Manuel de Falla y Juan Ramón Jimenez.
En 1918 aparece su primer libro, en prosa, Impresiones y paisajes. En 1919 se traslada a Madrid, para continuar sus estudios universitarios.
En la Residencia de Estudiantes hace amistad con otros residentes, Salvador Dalí, Luis Buñuel, Moreno Villa y Emilio Prados. En 1920 estrena su primera obra dramática El maleficio de la mariposa. En 1921 publica su primera obra poética Libro de poemas.
En 1929 Lorca viaja a Estados Unidos y vive en régimen de estudiante invitado en la Columbia University, pasando el verano en Eden Mills.
En 1930 marcha a Cuba a dar un ciclo de conferencias. En 1931 de proclama la República y Lorca publica el Poema del Cante Jondo, y funda el teatro de La Barraca. Estrena Bodas de sangre y El amor de don Perlimplín. Vivirá hasta marzo de 1934 en Buenos Aires.
A su regreso a España, en 1935, escribe el Llanto por la muerte de Ignacio Sánchez Mejías y estrena sus obras Yerma y Doña Rosita, la soltera. En 1936 participa en el homenaje a Cernuda por la publicación de La realidad y el deseo. Anuncia su partida a Méjico (viaje que no llegaría a hacer) y termina su drama La casa de Bernalda Alba. El 16 de julio de 1936, atemorizado por los acontecimientos políticos, se marcha a Granada, donde es detenido en agosto y fusilado en el barranco de Viznar, en la madrugada del 19 al 20, entre un maestro y un banderillero. Póstumamente se publicarían otras obras suyas como Poeta en New York, El diván del Tamarit y numerosas ediciones de sus Obras completas. Es uno de lo autores más traducidos y publicados en el mundo.

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Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

   Estimados lectores, en estos tiempos de Coronavirus y otras realidades, al igual que muchos debo permanecer en casa. Parte de mi tiempo lo dedico a leer y escribir, es un buen momento para leer aquellos libros o historias que no tuvimos tiempo. En una velada familiar, hemos recordado la obra de Lorca y releído algunos de sus versos. Este que escribo aquí es de su etapa en New York y publicado cuatro años después de su muerte. Escrito desde una estética desbordada de surrealismo y de una belleza difícil de explicar. La verdad es que he vuelto a descubrir al gran poeta y dramaturgo granadino, tan excelso y admirable y que tuvo un final tan injusto y trágico. ¡Viva Lorca! Viva su obra siempre entre nosotros.


Desde aquí, aprovecho para enviar un abrazo y mi agradecimiento a todos los hombres y mujeres que ante esta pandemia nos cuidan, nos ayudan y con su trabajo y sacrificio están logrando apartar este "monstruo" mundial . Gracias a todos.

#YoMeQuedoEnCasa

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!


Canción que Leonard Cohen dedicó a la memoria de Lorca
basada en uno de sus poemas, titulado: "Pequeño vals vienés". Realmente interesante.🌹🎵

viernes, 24 de enero de 2020

DÍAS DE LLUVIA

"Lluvia de colores" de la pintora Helena Lebrato.
Pintora, ilustradora. Genial artista contemporánea española que recomiendo visiten. 
#Pintura #Ilustración #Arte


Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Invitación a leer:

El poema "Días de lluvia" pueden leerlo en la maravillosa revista de literatura, editada en Argentina:
https://www.lapoesiaalcanza.com.ar/espacio-abierto

Pertenece al poemario: "Entre dos tierras". Libro publicado en noviembre de 2015.


Días de lluvia
Me gusta la mirada del que mira y parece
eclipsado por lunas que brillaron ayer,
mas en su claro iris,
solo está el recuerdo perdido.
Corre, vuela...

Y qué hacer, en esos días que llueven los inviernos,
cuando el color solo sabe de dos
y el gris es permanente,
un techo de universo en blanco y negro.
Blanco y negro fundidos...

Los átomos de piel se asoman distraídos,
observando de lejos lo que el tiempo se lleva.
Y la piel ya no se queja,
se abriga con la tierra,
espera...                      
                                                       
Un transeúnte pasa y es uno cualquiera,
con su invectiva a cuesta, con su dolencia clama.
Y en sus divagaciones, los zapatos se agrietan...

Al hombro los presagios, lloviendo en los rincones,
ya no pesan silencios ni acaso las palabras,
los solos van calando, se empapan las nostalgias.

Me gustan las calles batidas por la lluvia,
de esos días de invierno que a ti también te gustan...

Y, que a veces van sin fechas y crean un calendario,
y forman un preámbulo de múltiples instantes
abriendo aquellas páginas de nuestras soledades.

Generan estaciones de extensos soliloquios,
entre la fina lluvia y las necesidades;
y a veces, sólo a veces,
me gustan los inviernos.
Esos días de lluvia que parecen que cantan...

🌱🌱🌱
Libro: "Entre dos tierras", página 2o. 
🌱🌱🌱
Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

viernes, 10 de enero de 2020

UNA VEZ TUVE UN CUENTO

Imagen del film: L'odeur de la papaye verte (Mùi du du xanh) 1993.
Director: 
Tran Anh Hung. Coproducción Vietnam-Francia.
Premios en el Festival de Cannes: Cámara de Oro y Premio de la Juventud.

 Entonces pude oír
pequeños latidos... 
Dulce es la vida si prestas atención.

🌸🌸🌸
Una vez tuve un cuento

Mañana, mañana...
Harán tu cuna en los albores
las mariposas blancas.
Y arrullarán tu nuevo nacimiento
los cantos nacidos
de tus pequeños brazos.

Una vez tuve un cuento
viviendo en mi casa.
Fue un regalo inesperado
que me trajo un relámpago.

Creció como crecen
los cuentos ideales,
con un poco de aliento
y dos gotas de agua.

Descubrí una mañana
que tenía una hoja,
que se hizo una rama,
que se hizo un gran árbol
lleno de palabras...

Era un cuento animoso                                    
desbordante de vida,
y fluía en su frente
un párrafo infinito.
!Las colinas lo amaban¡

Se alejó por diciembre
a encontrar su camino,
porque él era un cuento
de esos de andar por tierra.

Una vez tuve un cuento
que buscaba ser libre,
alcanzar la belleza,
el poblar de los libros...

Hace poco lo vi
al volver de una calle,
iba absorto en sus cosas
mirando a los tejados.
Llevaba letras rotas,
un verbo descosido...

“¿Dónde vas cuento mío?
¡Cuánto tiempo sin ti!
No pareces mi cuento...
¿No te sientes feliz?”.

Y al mirarme, sus ramas,
deshojaron dos versos,
y al revuelo del viento
se abrazaron a mí.

⭐⭐⭐

Clarisa Tomás Campa.  © All Rights Reserved.
(Poema publicado en el libro:
 "Donde los puentes se alzan". Letrame editorial,  diciembre 2017).
Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

J’écris pour ne pas crier... Poema que fue publicado en este blog en fecha 12/12/2015. Lo publico de nuevo y supongo que muchos de los que me leéis, sabéis el porqué.
El poema aparece en el libro: Donde los puentes se alzan, pág. 74.
Escribo para no gritar, para ocupar el silencio que llora el mundo.
Grâce à vous, chers lecteurs, je continuerai à écrire, publier... 🙏💚🌿🐾😉📚

viernes, 3 de enero de 2020

MEMORIAS DE UN NAUFRAGIO


 "After the wreck" (Amanecer después del naufragio).
Pintura de William Turner (1775-1851). Paisajista inglés.


Memorias de un naufragio


   El mar arrojó mi cuerpo a la orilla. Toda yo, blanca como una luna de mayo, permanecí tendida sobre un tiempo muerto; fueron horas, días, o quizás un siglo desvelado de observar la espuma que levantan las olas.
   El sol estaba enfermo o escondido —supuse—, porque no sentí su calor ni el aroma que suele despertar en lo vivo, cuando él se planta. Las montañas eran nubes oscuras en líneas de horizontes amortajados. Y por encima de mí, ni una voz cálida, ni un vuelo de pájaro, ni un pétalo de rosa... Abrí los ojos. Volví a cerrarlos.

   Era el día de Navidad en aquel mundo de orilla urbanita, así me dijo una voz en un francés precario que yo entendí. Magullada y huesuda, sobre una camilla, “rompí aguas” de camino a algún hospital... No sabía de dónde venía ni dónde estaba.

   Entonces, en mi mente cansada, el llanto de un niño recién nacido, llora. Y yo busco a la madre y ella fue a buscar leche y alimentos... Un niño llora y nadie acude. Yo corro a su lado y lo tomo en mis brazos y quiero amamantarlo... Pasan las horas, mis pechos no tienen leche... La madre está buscando en las sombras, remece hojas secas, escarba en la tierra... Y el llanto del niño no cesa y en mis brazos el dolor se hace punzante...
   Comienzo a caminar sonámbula en la noche fría, voy detrás de los árboles que huyen. Me adentro con ellos en el vientre de la montaña, buscamos calor que no nos calcine. Me siento junto a ellos en el Hogar de los que no retornan al mágico camino de la risa. Estamos en silencio, ellos con sus copas cabizbajos; yo, con mis brazos caídos.

   Y de nuevo un llanto de niño recién nacido se cuela entre las rendijas tristes y creo que revivo. Algunas ramas revolotean como si quisieran alcanzar sus gorriones perdidos. Una estrella aparece en la ventana como una pirata legendaria y me guiña un ojo.
—¡Despierta! ¡Es una niña!— Oigo una voz agradable que resuena en mi oquedad, trae una esperanza y pan en un cestillo. A lo lejos, un perro chalanea con el aire, despiertan a las viejas ojeras de los mares.
¡Hemos nacido! —me digo incrédula—. De mi pecho brota leche. El llanto cesa.


Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.



Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!

lunes, 16 de diciembre de 2019

EL VERSO Y YO


Paisaje: Cárpatos de Ukraine (Україна, Ukrayina).

Imagen ©Clarisa Tomás Campa.

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"Habitaré mi nombre".
Saint-John Perse.
El verso y yo

En las márgenes del desvelo,
en la indiferencia de las estrellas...

Somos hileras de sílabas en cola
de algún Pronunciamiento, abrazos
caídos en desgracia, voces
inflamadas que buscan el Hogar.

Naufragamos ahogados en vivas soledades
como en las hojas abiertas de la noche,
la voz enmudecida del poeta
boga en la tinta de una lágrima de luz.

Ahora que tú sueñas con cisnes danubianos
y yo, con un eterno vals, vueltas y vueltas...

¿A qué playa iremos
a soltar nuestras arenas,
las cometas del alma
que se escapan del pecho?

Huidizos van los cielos desnudos
de sauces pero en tu pelo, el aire,
enreda y gime olas de purpurina...

No caigas, oh Verso, en el fútil desmayo
del poema exiliado en el cajón.
Tendremos otro ángel, otro comienzo
alzado de la ruina que ahora invade.

Y escribir lo nuestro a media voz arable
en tierras de fértiles arrullos,
como el gen primaveral que resucita
los inéditos contornos del centeno.

Aún sientes en tu espiga un relato indomable
como en las fabulosas praderas de Chornozem,
bajo la brizna tierna y apenas perceptible,
bulle con nueva vida, fuego sutil del humus.

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Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

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¡Feliz Navidad y próspero año 2020 a todos!

Queridos lectores, como cada año desde el 2013 cuando inicié este blog literario, desde esta orilla inadvertida, sintiendo el eco del mundo, os deseo Felicidad. Ojalá todos alcancéis el grado de ella necesario en vuestro vivir. Ojalá la vida os ame y seáis “unidad” con Ella por muchos años.

Un million de soleils pour vous tous!
¡Feliz Navidad y próspero año 2020 a todos!
Happiness!   Zoriontasuna!   Sonas!    Szczęście!
Félicité!          Felicidade!         felicità!   Fericire!
счастье!         Ευτυχία!               幸福          Furaha!
Щастя!           सुख                         Geluk!     lycka!
Felicitat!         Boldogság!          lykke!     Furaha!

Desde aquí  también felicito y le envío un saludo muy especial a mi estimado amigo Nino Ortea, con todo mi cariño y respeto por su persona y cuanto escribe. Por un tiempo él dejó de escribir en su blog. Te echamos de menos, amigo...Su último libro “Donde vive el recuerdohttps://www.amazon.es/Donde-vive-recuerdo-Nino-Ortea/dp/1086743520 lo tengo estos días en mi cabecera. 

Lo que más me gusta del Nino escritor es su “dulzura” realista al escribir. Las cosas del vivir cotidiano las convierte en fantasías, y en ellas, el lector puede entender que hay palabras escritas con la sonrisa, para que no se parta el corazón. Ellas sostienen las escenas de la narrativa, y hacen que la obra luzca bella, quizá imborrable. Y entonces llega esa parte del libro donde la alegría del aire se siente fresca sobre la piel... Y sé que a otros lectores, al leer sus pasajes, le invaden sensaciones especiales, igual que siento yo.

La mayoría de las personas son otras personas”, dijo Oscar Wilde, y pienso que con razón. Y ahí, en el lado propio, es donde encuentro a Nino, porque él sí es EL.
Y ahí, en el pasaje 42, que lleva por título: “No te asustes, mi niño, pero...” Las palabras cuentan lo que la narrativa de Nino no esconde...
Con el paso del tiempo he comprendido que todos somos personajes y que nuestros actos responden al dictado de un destino tan cruel como lo es un escritor con sus creaciones una vez que no sabe qué hacer con ellas. Con el tiempo he comprendido que no hay mayor acto de libertad que el de decidir cuándo morir, y que no hay mayor piedad que la de ayudar a tus seres queridos a alcanzar esa libertad”.
Gracias, compañero.Un million de soleils pour toi!


Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.

Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!