Desde un puente desarmado
en tierras de Zenobia.
En siria hasta los puentes levantan los brazos...
Clarisa T.
Ruinas de Tadmir
¿Qué será del camino
cuando mueran los puentes?
¿Qué será del alado eremita,
si no halla la ruta
a los valles del tilo
y la fresca palmera?
Donde el viento zigzaguea
la humareda se esconde,
sus nodrizas se ocultan
tras blindajes de bronce.
Hoy miré, apesadumbrada,
el destino vacío
de los frutos de oriente;
los rigores de los despojados
estremecen las cumbres,
derraman los muros de polvo.
Se rasgan los velos,
los templos se arenan:
¡sombras de guerras!
Un estruendo, un tumulto
de estorninos voraces
inmolaron sus picos
en la piel de Palmira.
Suena el trueno del hierro
en los rojos grabados,
derrumbados en tierra
aún contemplan las nubes...
(!Y ella sueña en su ruina
con arrullos de madre
sobre esteras de Siria¡)
¡Oh, Camelia de luces,
azucena coronada de amatistas,
los siglos te han amado dulcemente!
Y te arrancaron los encajes de embeleso
y la pureza de tu gracia cincelada,
te dejaron al desnudo sin tus faldas...
¡Pergaminos del tiempo,
abrazad vuestra memoria
sobre los alminares
y llorad por Palmira!
Vuelan los templos,
los velos llamean...
Hundida está en las fauces del destierro
la diosa núbil que llegó de la lluvia,
deshojada, como la flor más triste del desierto.
🌼🌼🌼
Clarisa Tomás Campa. © All Rights Reserved.