La última cena de Salvador Dalí (1955). Surrealismo.
Óleo sobre lienzo. Galería Nacional de Arte de Washington D.C.
La sala de los cuerpos radiantes
Iryna
llega cansada. Su turno en el hospital, como enfermera, cada día es
más largo. Le he guardado la cena y está sobre la mesa. Para ella
es el desayuno, supongo. ¡Pobre hija! Se ha estrenado en su trabajo
bajo el azote de esta pandemia. Tiene los ojos tristes, la oigo
llorar por las esquinas, aunque disimula. Mientras come, desganada,
habla y habla, dándole vueltas a un macarrón...
—Hoy
han muerto 41 personas solo en mi turno. Una mujer de 45 años, casi
como tú, mamá, ¡murió en mis brazos! Y solo pude decirle: "todo
va a ir bien." Y aún así, ella, para que yo no me apurase, me
sonrió dulcemente. Sabía que era el final y solo me sonrió... A su
familia no le estuvo permitido acompañarla... El médico certificó
la hora de la muerte a las 4:37 a.m. Un celador, con rapidez, se la llevó a la
sala de los cuerpos radiantes... Y allí quedó en la fila, con el cartelito
distintivo a sus pies : Covid-19 ¡Qué pena me dio!—. Acaricio el pelo de Iryna, aún húmedo. Y no tengo rastro de palabras... Las que aprendí ahora no me sirven. Necesito bocas que sepan cantar las palabras de los manantiales...
—Oh
mamá, ¿te imaginas que hubieras sido tú o el abuelo? Morir sin poder decirle adiós a los tuyos... Sin darle un achuchón a tu gato... Sin un beso
que te consuele... Esto es muy fuerte, mamá. Ella tenía un
rostro tan dulce... Irradiaba un no sé qué...
Vuelvo
de la cocina con un vaso de leche para Iryna. La encuentro dormida en
el sofá, acurrucada con Milú, que ronronea feliz. En su mano derecha,
apretada con fuerza, aún tiene la manzana sin morder.... La arropo
con su manta de soles risueños. Me quedo a su lado.
Cuando
pase esta muerte, los sobrevivientes, deberemos inventar la vida de
nuevo, y también las palabras —me
digo, orgullosa de ser una madre—.
Palabras que toquen la lengua de las montañas, la risa de los
árboles, el pico y las alas de millones de aves. Porque todos
nuestros hijos, los que nos cuidaron y salvaron; los que se sacrificaron y trabajaron, sin dormir, sin comer, serán hombres y
mujeres con un talento nuevo, con un nuevo lenguaje y nuevo fulgor.
La
sangre que lleva a las máquinas a las cataratas
y el
espíritu a la lengua de la cobra.
Todos
los días se matan en New York
cuatro
millones de patos,
cinco
millones de cerdos,
dos
mil palomas para el gusto de los agonizantes,
un
millón de vacas,
un
millón de corderos,
y dos
millones de gallos,
que
dejan los cielos hechos añicos.
Más
vale sollozar afilando la navaja
o
asesinar a los perros
en las
alucinantes cacerías,
que
resistir en la madrugada
los
interminables trenes de leche,
los
interminables trenes de sangre
y los
trenes de rosas maniatadas
por
los comerciantes de perfumes.
Los
patos y las palomas,
y los
cerdos y los corderos
ponen
sus gotas de sangre
debajo
de las multiplicaciones,
y los
terribles alaridos de las vacas estrujadas
llenan
de dolor el valle
donde
el Hudson se emborracha con aceite.
Yo
denuncio a toda la gente
que
ignora la otra mitad,
la
mitad irredimible
que
levanta sus montes de cemento
donde
laten los corazones
de los
animalitos que se olvidan
y
donde caeremos todos
en la
última fiesta de los taladros.
Os
escupo a la cara.
La
otra mitad me escucha
devorando,
orinando, volando en su pureza,
como
los niños de las porterías
que
llevan frágiles palitos
a los
huecos donde se oxidan
las
antenas de los insectos.
No es
el infierno, es la calle.
No es
la muerte, es la tienda de frutas.
Hay un
mundo de ríos quebrados
y
distancias inasibles
en la
patita de ese gato
quebrada
por el automóvil,
y yo
oigo el canto de la lombriz
en el
corazón de muchas niñas.
Óxido,
fermento, tierra estremecida.
Tierra
tú mismo que nadas
por
los números de la oficina.
¿Qué
voy a hacer? ¿Ordenar los paisajes?
¿Ordenar
los amores que luego son fotografías,
que
luego son pedazos de madera
y
bocanadas de sangre?
San
Ignacio de Loyola
asesinó
a un pequeño conejo
y
todavía sus labios gimen
por
las torres de las iglesias.
No,
no, no, no; yo denuncio.
Yo
denuncio la conjura
de
estas desiertas oficinas
que no
radian las agonías,
que
borran los programas de la selva,
y me
ofrezco a ser comido
por
las vacas estrujadas
cuando
sus gritos llenan el valle
donde
el Hudson se emborracha con aceite.
Del
libro: Poeta en New York (Lorca)
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Federico
García Lorca (Poeta del 27) nació en Fuentevaqueros, el 5 de junio de 1898, hijo
de una acaudalada familia. Estudió Derecho y Filosofía y Letras.
En
1909 conoce a Fernando de los Ríos, uno de los más ilustres
dirigentes del socialismo español. En 1917 realiza un viaje por
Andalucía y las dos Castillas. En estos años conoce y hace amistad
con Antonio Machado, Manuel de Falla y Juan Ramón Jimenez.
En
1918 aparece su primer libro, en prosa, Impresiones y paisajes.
En 1919 se traslada a Madrid, para continuar sus estudios
universitarios.
En la
Residencia de Estudiantes hace amistad con otros residentes,
Salvador Dalí, Luis Buñuel, Moreno Villa y Emilio Prados. En 1920
estrena su primera obra dramática El maleficio de la mariposa. En
1921 publica su primera obra poética Libro de poemas.
En
1929 Lorca viaja a Estados Unidos y vive en régimen de estudiante
invitado en la Columbia University, pasando el verano en Eden Mills.
En
1930 marcha a Cuba a dar un ciclo de conferencias. En 1931 de
proclama la República y Lorca publica el Poema del Cante
Jondo, y funda el teatro de La
Barraca. Estrena Bodas
de sangre y El amor de don Perlimplín. Vivirá
hasta marzo de 1934 en Buenos Aires.
A
su regreso a España, en 1935, escribe el Llanto por la
muerte de Ignacio Sánchez Mejías
y estrena sus obras Yerma
y Doña Rosita, la soltera.
En 1936 participa en el homenaje a Cernuda por la publicación de La
realidad y el deseo. Anuncia su
partida a Méjico (viaje que no llegaría a hacer) y termina su drama
La casa de Bernalda Alba.
El 16 de julio de 1936, atemorizado por los acontecimientos
políticos, se marcha a Granada, donde es detenido en agosto y
fusilado en el barranco de Viznar, en la madrugada del 19 al 20,
entre un maestro y un banderillero. Póstumamente se publicarían
otras obras suyas como Poeta en New York,
El diván
del Tamarit y numerosas
ediciones de sus Obras completas.
Es uno de lo autores más traducidos y publicados en el mundo.
Estimados lectores, en estos tiempos de Coronavirus y otras realidades, al igual que muchos debo permanecer en casa. Parte de mi tiempo lo dedico a leer y escribir, es un buen momento para leer aquellos libros o historias que no tuvimos tiempo. En una velada familiar, hemos recordado la obra de Lorca y releído algunos de sus versos. Este que escribo aquí es de su etapa en New York y publicado cuatro años después de su muerte. Escrito desde una estética desbordada de surrealismo y de una belleza difícil de explicar. La verdad es que he vuelto a descubrir al gran poeta y dramaturgo granadino, tan excelso y admirable y que tuvo un final tan injusto y trágico. ¡Viva Lorca! Viva su obra siempre entre nosotros.
Desde aquí, aprovecho para enviar un abrazo y mi agradecimiento a todos los hombres y mujeresque ante esta pandemia nos cuidan, nos ayudan y con su trabajo y sacrificio están logrando apartar este "monstruo" mundial . Gracias a todos.
#YoMeQuedoEnCasa
Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous!
Canción que Leonard Cohen dedicó a la memoria de Lorca
basada en uno de sus poemas, titulado: "Pequeño vals vienés". Realmente interesante.🌹🎵
"Lluvia de colores" de la pintora Helena Lebrato. Pintora, ilustradora. Genial artista contemporánea española que recomiendo visiten. #Pintura #Ilustración #Arte
El poema "Días de lluvia" pueden leerlo en la maravillosa revista de literatura, editada en Argentina: https://www.lapoesiaalcanza.com.ar/espacio-abierto Pertenece al poemario: "Entre dos tierras". Libro publicado en noviembre de 2015.
Imagen del film: L'odeur de la papaye verte (Mùi du du xanh) 1993. Director: Tran Anh Hung. Coproducción Vietnam-Francia. Premios en el Festival de Cannes: Cámara de Oro y Premio de la Juventud.
"Donde los puentes se alzan". Letrame editorial, diciembre 2017).
Gracias, lectores. 🙏
Merci beaucoup à tous! J’écris pour ne pas crier...Poema que fue publicado en este blog en fecha 12/12/2015. Lo publico de nuevo y supongo que muchos de los que me leéis, sabéis el porqué. El poema aparece en el libro: Donde los puentes se alzan, pág. 74. Escribo para no gritar, para ocupar el silencio que llora el mundo. Grâce à vous, chers lecteurs, je continuerai à écrire, publier... 🙏💚🌿🐾😉📚